Por Sylvia Rodríguez Dávila
No siempre el ganarnos el pan de cada día es pesado. Dios premia al hombre, y a la mujer, dándole el trabajo que le brinda los medios económicos para cubrir todas sus necesidades y gozar incluso deleites en la vida.
Tampoco, encontrar la vocación para desarrollar este trabajo es difícil, solo es cuestión de reflexionar y aún en tus cortos años auto-conocerte, buscar en tu interior y decirte a ti mismo ¿qué deseas hacer?, ¿hasta dónde quieres llegar?, ¿por qué deseas hacerlo?.
PAC Comunicaciones es fruto de esa vocación. No solo de su fundadora, mi caso, sino de valiosos comunicadores, que cerraron filas en torno al proyecto de esta empresa que comenzaba a surgir y dieron su saber e invalorable experiencia, de manera incondicional, como quien pone el abono para que la planta crezca y se convierta, con los años, en un gran árbol que logre acoger a muchos.
En torno a un café y amena plática, mis colegas – digo verdaderos amigos- y yo comenzamos a idear una publicación para afianzar mejor el despegue de PAC Comunicaciones, que afortunadamente había nacido con el pan bajo el brazo pues por fortuna tenía, y conserva, su primer cliente, una institución de gran prestigio y reconocimiento en nuestro medio.
Dicha publicación al poco tiempo vio la luz. No podía ser de otra manera, si había surgido del entusiasmo de tenaces periodistas que sabían de trabajo de campo, de buscar la primicia y la exclusiva, y más aún estaban formados en el convencimiento que toda comisión se cumple, porque la noticia no espera. La revista planeada no podía quedarse en el tintero, por eso al poco tiempo salió en circulación.
Ahí estuvimos concibiéndola, Juan Albán, Maria Luz Mines y nuestra recordada Pilar Marín. Pero lo afortunado de ese día no quedó ahí. Al abandonar la cafetería nos encontramos con quien nos daría una nueva cuenta para la empresa. Fue así como sumamos al segundo cliente importante y que marca significativamente nuestra trayectoria. Hoy trabajamos con empresas e instituciones de gran prestigio que confían en nuestro profesionalismo, mística y compromiso.
En la esencia, en el corazón de PAC Comunicaciones estará siempre, distinguiéndola, esa vocación de servicio y el amor por dar lo mejor de nosotros mismos, como haciendo honor a aquella linda amistad que les he referido y que nunca olvidaremos.