Sonia, la secretaria de Esteban, quien es presidente del Directorio, ha recibido los files listos con toda la información sobre el anteproyecto, los aspectos legales y económicos concernientes, documentos que han sido cuidadosamente preparados por los ingenieros, tanto así que están conformando densos legajos. Todo se entregará a los visitantes esperados.
Ellos llegarán en 15 días, procedente del viejo continente, y están buscando iniciativas interesantes para invertir.
Esteban observa la sala donde los recibirá, luce bien pero algo fría. Quedarían bien unos dibujos grandes en perspectiva del proyecto. Y junto a los gruesos folderes, se les podría entregar un dossier con información relevante, precisa y directa, considera en su mente. La idea cobra fuerza y se dice a sí mismo: Necesitaré algo que describa en una lo que deseamos con este proyecto.
Da vuelta raudamente y expresa vigoroso: Sonia, eso es…
Sonia: ¿Qué dice jefe?
Esteban: Llama a la Agencia Consultora en Comunicaciones para que nos preparen los materiales que entregaremos a los inversionistas. Hoy mismo, esta tarde, agenda una cita con ellos, quiero explicarles qué estamos necesitando. Ellos lo harán perfectamente.
Sonia: Está Ud. convirtiéndose en un estratega en comunicaciones, estimado jefe. Ahora mismo llamo a los consultores.
Como Esteban apóyate en estos recursos de comunicaciones, como son los brochures, remarcarán el mensaje que deseas transmitir. Su efecto es multiplicador, pues un ejemplar puede ser visto por muchos.
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