Las recomendaciones no pasan de moda, y si antes era el boca a boca o 1:1, ahora con el medio Internet han surgido los influencers, personas que se han ganado el aprecio del público y gozan de su confianza.
Los influencers, se denominan así porque sus mensajes, comentarios, consejos son bien recibidos y acogidos por otros, mayormente llamados sus seguidores, quienes también gustan de sus consejos, los aplican en sus vidas; moldean sus convicciones; forman su opinión en determinados temas, entre otras particularidades.
Probablemente muchos tengamos la potencialidad para convertirnos en influencers y esta cualidad aún no la descubrimos en su verdadera dimensión.
En el lado más positivo, los influencers son siempre personajes apreciados y definitivamente agregan valor al ámbito de su influencia.
En el Perú, nuestro país, que tiene muchos buenos y ricos recursos, empezando por su gente, sus intelectuales, académicos, investigadores, emprendedores, innovadores, los influencers han de cobrar cada vez mayor trascendencia y su presencia ha de convertirse en infaltable.
En el terreno publicitario y comercial, tal es el impacto que se puede alcanzar en el público objetivo con la presencia y participación de un influencer, que las marcas los eligen para sus fines de marketing . Esta faceta importante para el influencer es también muy sensible y delicada, por eso se les recomienda considerarla detenidamente antes de acceder a un contrato, pues ante las exigencias comerciales, puede perder algo de su independencia en la opinión y ganarse el rechazo de los que antes fueron sus fans.
La celebridad es una etapa superior a la del influencer. Y para ser llegar a ser un influencer reconocido, primero hay que salvar experiencias previas, comenzando con el micro influencier; el key opinión leader (seguido por una audiencia aún no masiva); influencer y luego convertirse en celebridad.