“Me hablaron piedras (jerga juvenil), no entendí nada”, conversaban dos amigas. Habían asistido a una conferencia sobre investigaciones en salud pública dirigida a médicos familiarizados con los términos lingüísticos de la especialidad y por tanto captaron muy bien el mensaje, aunque tal vez no todos en igual condición, pero las jóvenes mencionadas se sintieron perdidas.
Esto es frecuente en certámenes académicos, incluso puede ocurrir que algún miembro de la profesión no comprenda a plenitud el mensaje debido a que su nivel de conocimiento, o vocabulario especializado, no está a la altura de lo que demanda la disertación del conferencista.
Puede repetirse esta experiencia cuando alguien accede a una publicación especializada, por ejemplo una revista donde el lenguaje que se usa en los artículos y comentarios no es entendible por cualquier lector sino solo por quienes tienen cierto grado de conocimiento especializado.
La nueva era de la Sociedad de la Información y el Conocimiento en la que vivimos nos marca un reto que no podemos ignorar. Hoy por hoy, tenemos el requerimiento de socializar los avances científicos, técnicos…y estamos urgidos en romper con la brecha que distancia y daña la relación entre productores y usuarios del conocimiento. Es como quebrar el hielo para que se pueda interactuar entre emisores y receptores.
¿Cómo hacerlo? ¿Cómo aprovechar mejor la conferencia especializada y que sirva tanto al gremio profesional, como a otros no profesionales en dicha materia pero igualmente interesados en saber? ¿ Cómo hacer para que estas dos amigas que no entendieron nada en la conferencia presencial, si puedan comprender cuando accedan a una revista o un blog que informe sobre dicho conocimiento compartido?
Quienes se encargan de esta labor son comunicadores, cuyo profesionalismo y experiencia los ha dotado de background (bagaje de conocimientos) y know how (saber cómo hacerlo) para realizar la actividad conocida como cobertura periodística o cobertura informativa, y que luego realizarán la redacción del artículo, la entrevista, crónica u otros de la conferencia. El lector podrá leerla en lenguaje sencillo, comprensible y directo; y no se sentirá frustrado sino feliz con las novedades recibidas y el nuevo conocimiento adquirido.
Esta nota la compartimos para que en el próximo foro o mesa redonda, los organizadores cuenten con un equipo profesional de comunicadores que se encarguen de la tarea de difusión y que el evento trascienda, alcanzando mejores resultados en sus objetivos trazados.